El masaje Tailandés y los caminos Sen

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El masaje tailandés nace de una antiquísima tradición centrada en el trabajo sobre líneas de energía, conocidas como caminos Sen

Cuando las líneas de energía Sen están bloqueadas, aparecen problemas de salud de todo tipo, desde el estrés, hasta la presión arterial, pasando por la fiebre o la fatiga. Y si el cuerpo no está bien, la mente se vuelve frágil.

Pases y presión para liberar las líneas Sen

En el masaje tailandés nuestras masajistas buscan liberar los puntos bloqueados de estas líneas de energía conocidas como caminos Sen. Los principios fundamentales se basan en realizar presiones manuales profundas sobre estos caminos. Las zonas de nuestro organismo que más sufren se tratan en el masaje tailandés mediante la aplicación de alta presión con mucha precisión. Para ello, nuestras masajistas aplican fuerza con los pulgares, las rodillas y los pies canalizando la circulación de la energía interna del cuerpo.

¿Cuántos caminos Sen existen?

Una enorme red de caminos recorre el cuerpo humano aportando energía y fuerza vital. Esta fuerza vital, denominada “Lom” o “Prana” en la Medicina Tradicional Tailandesa entra en nuestro organismo mediante la inhalación, llega a los pulmones y circula por todo el cuerpo a través de los caminos Sen, conformando nuestro sistema energético. Según estudios médicos orientales, existen una totalidad de 72.000 caminos que llevan la energía de forma paralela al sistema sanguíneo por todo nuestro cuerpo.

Líneas de energía en el masaje Thai

La Medicina Milenaria Tailandesa trabaja con diez líneas Sen principales en los espacios entre los músculos. Como algunas continúan su recorrido hacia el interior del cuerpo, influyen de manera directa en el organismo. Las diez líneas son: Sen Sumana, Sen Itha, Sen Pingkhala, Sen Kalatharee, Sen Sahatsarangsi, Sen Tawaree, Sen Lawusang, Sen Ruthang, Sen Nantakawat, Sen Kitcha.

¿Cómo afectan los caminos Sen a la salud?

El masaje tailandés actúa sobre estas líneas y mejora la circulación de energía mediante una secuencia de presiones rítmicas e intensas sobre puntos y meridianos. Las compresiones circulatorias, los estiramientos de los dedos de las manos, las orejas… Todo nuestro cuerpo cuenta con puntos gatillo para activar estas líneas.

Masajear estas zonas mejora de forma progresiva la flexibilidad y solo hacen falta varias sesiones para restablecer el flujo de la energía vital y lograr una armonía entre el estado físico y mental. Con las presiones precisas en los caminos Sen que recorren el cuerpo se busca la relajación de los puntos bloqueados que paralizan los músculos y la energía interna.

Practicado durante milenios, el masaje tailandés es una invitación al despertar de todos los sentidos y permite la armonía del cuerpo y la mente, alcanzando un estado de relajación profunda y controlando la energía que fluye por los caminos Sen.

El masaje tailandés nace de una antiquísima tradición centrada en el trabajo sobre líneas de energía, conocidas como caminos Sen.

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